¡Hola! ¡Cómo pasa el tiempo :)! ya estamos en la segunda clase de Taller de Fotografía Digital, listos para aprender más sobre este mundo apasionante que mezcla el arte y la estética con la tecnología. En esta clase veremos temas más puntuales como la sensibilidad a la luz y al color, los tipos de lentes, y además aprenderemos qué tipos de cámaras son más adecuadas para cada finalidad y qué tipos de baterías usar. ¡Comencemos!

Sensibilidad a la luz y al color

La clase pasada vimos qué eran los dispositivos CCD y CMOS. Ahora bien, a nivel de sensibilidad a la luz y al color hay importantes diferencias entre ellos.

Los chips CMOS son más baratos de fabricar y disponen de varios transistores asociados a cada fotosensor, mientras que los CCD agrupan los electrones que envía cada uno de los fotosensores para procesarlos en una sola unidad.

Otra forma de explicarlo es la siguiente: las cámaras con CCD proporcionan mayor calidad de imagen, menos distorsiones y más precisión en el color; mientras que los CMOS se usan en cámaras digitales de bajo precio y calidad de imagen.

Hay algunas cámaras que no tienen uno sino varios chips CCD, esto se debe a que si se usa un solo chip existen áreas de la imagen que no se registran como son las uniones entre uno y otro fotosensor. Si se ubica un CCD atrás del primero se pueden cubrir las áreas de unión entre los fotosensores, por ello, una cámara con dos o hasta tres CCDs tendrá una calidad de imagen muy cercana a la realidad.

Pero los fotosensores no registran el color, sólo la intensidad de la luz y la cantidad de fotones.

Existen tres formas en las cuales la cámara digital capta el color:

  1. Sensores con filtros.
    Algunas cámaras muy sofisticadas poseen tres sensores CCD de imagen. Cada uno de ellos tiene encima un filtro para alguno de los colores básicos (rojo, verde y azul, o RGB); captan la misma imagen, pero es un proceso adicional el combinar las tres para crear el registro de la misma.
  2. Filtros en rotación.
    Sólo hay un sensor de imagen y, a la vez, un pequeño disco con filtros para RGB. Aunque cámaras con esta forma de capturar el color son más baratas, tienen el inconveniente de que cada fotografía requiere de tres tomas, por lo que no se recomiendan para registrar objetos en rápido movimiento.
  3. Interpolación.
    Es el más popular de los métodos para capturar el color, se usa un solo sensor CCD o CMOS, pero cada fotosensor tiene encima un filtro para el rojo, el verde o el azul; eso de inmediato dará una imagen compuesta por esos colores. Sin embargo, por medio de cálculos matemáticos se puede estimar el verdadero color de cada píxel, en función de la presencia o ausencia de los colores básicos, estadísticamente, en las vecindades de cada fotosensor. Eso se llama interpolación y requiere más labor de procesamiento que de captura.

Dispositivos de almacenamiento: Tarjetas de memoria

Todas las cámaras usan algún tipo de memoria en la que guardan las fotos. Cuanto más capacidad tenga, mejor, aunque seguramente tendrás que comprar un módulo por tu cuenta, ya que de fábrica vienen con cantidades ridículas y son de velocidades muy lentas.

Ojo a los precios, la memoria SD es la más barata y todas tienen una calidad similar. La diferencia más importante es el tamaño, cuanto más pequeñas son las cámaras, suelen tener formatos de memoria más pequeños.

Para que te hagas una idea de la capacidad de una tarjeta de memoria, aquí tienes unos valores aproximados para fotos sacadas en calidad “buena” (sin demasiada compresión):

Tarjeta memoria 128 megas, CCD 2 megapixels = 200 fotos
Tarjeta memoria 256 megas, CCD 2 megapixels = 400 fotos
Tarjeta memoria 128 megas, CCD 4 megapixels = 100 fotos
Tarjeta memoria 256 megas, CCD 4 megapixels = 200 fotos

Alimentación eléctrica: Tipos de baterías

Si hay algo por lo que se caracterizan las cámaras digitales es por “comerse” las pilas AA en menos de una hora (en total) de uso.

La opción obligada, entonces, es comprar un par (o más) de pilas AA recargables, y un cargador normal para tenerlas siempre llenas. La verdad es que esto sale muy barato, y el rendimiento es impresionante.

Comprando pilas comunes en pocos días habrás gastado más dinero que lo que sale el cargador y las pilas recargables.

Si estás por comprar tu cámara digital trata de conseguir una que utilice este tipo de baterías, las que vienen con batería propia suelen tener menos autonomía y en caso de avería sólo podrás conseguirla en una tienda especializada.

Yo suelo llevar unas pilas recargables en la cámara y otro par de repuesto, pero me ha pasado en un viaje que se me acaben los dos pares (esos viajes donde uno no puede dejar de filmar o tomar fotos) y sólo tuve que comprar un par de pilas comunes en cualquier tienda y seguir disfrutando de mi cámara.

Sistema de visión – Tipos de lentes

Las cámaras fotográficas digitales tienen cuatro tipos de lentes:

  1. Foco fijo:
    Suelen ser las más económicas, permiten tomar imágenes enfocadas dentro de un espectro que suele ir del metro y medio a los 50/100 metros de distancia. Fuera de ese rango la imagen sale borrosa.
  2. Óptico:
    El foco es regulado por el usuario, pudiendo dar más importancia a un objeto en primer plano, o más atrás.
  3. Digital:
    Simula el anterior pero al hacer zoom en vez de tomar una imagen real y ampliarla, sólo agranda los píxeles. Resulta útil sólo como complemento del anterior.
  4. Sistema de lentes intercambiables:
    En los modelos más profesionales, el sistema de lentes imita a los de una cámara réflex profesional (análoga). Para cada tipo de toma se pueden usar distintos lentes a fin de sacar mayor provecho.

Tipos de cámaras para distintos usos

Bien, bien, a partir de aquí el viaje no tiene retorno. Este quizás sea el punto más crítico y donde hay que poner mayor atención: ¿Qué cámara es la más adecuada?

Antes de comprar una cámara digital, deberás saber que el asunto no es la marca, el precio o la sofisticación de sus componentes y accesorios. Al menos, no es el asunto más importante. Lo primordial es saber qué tipo de usuario eres.

Si el uso que darás a la cámara será tomar fotos de tus amigos y familia durante vacaciones, cumpleaños, etc., no necesitarás mucho, y las cámaras actuales son relativamente baratas mientras que cumplen y superan las expectativas.

Deberías comprar una cámara que pueda tomar varios tipos de fotos en forma automática, para obtener imágenes de calidad, grandes y sin volverte loco configurando el dispositivo.

En cambio, si quieres ir un paso más allá, y experimentar un poco con el arte, la estética y los efectos, puedes conseguir una cámara que imite los efectos de una reflex, para poder personalizar la forma de tomar las fotos manualmente y conseguir resultados creativos y diferentes.

Ahora bien, si quieres sacar fotos estilo “National Geographic”, irte de safari al África y publicar tus imágenes en una galería tamaño póster, lo que más te conviene es una “Reflex-digital”, donde lo único que cambia es que no usa rollo y la forma de la captura, pero tienen todos los efectos manuales, lentes y formas de trabajar de estas cámaras análogas profesionales.

Esto es todo por hoy, en las clases siguientes veremos qué tipos de efectos hay, cómo realizarlos y cómo conseguir tomas específicas dignas de un fotógrafo profesional.

Fuente: elWebMaster.com