Para padres o futuros padres: si ha llegado a tus manos esta guía es posible que tengas hijos y/o hijas o bien que esperes que una nueva criatura se incorpore a tu familia. El deseo de asumir la responsabilidad y de tener herramientas para llevarla a buen fin es un buen punto de partida.

En esta guía te ofrecemos algunas pistas, unas más concretas, que se refieren a los cuidados de salud e higiene… y otras cuestiones que pueden orientarte para darle mayorcontenido a la palabra PADRE.

Para profesionales: contar con los varones como agentes de salud en la familia es una propuesta importante, quizás imprescindible. En temas como autocuidados y prevención, el modelado que, de forma espontánea, sucede en el ámbito familiar condiciona las actitudes y prácticas que las criaturas desarrollarán en el futuro.

Editar una guía para hombres no pretende excluir a las mujeres. Más bien, quiere poner de manifiesto que son las personas las que crían y educan, no los sexos. Tradicionalmente ha sido un papel asignado a las mujeres, reforzando la creencia de que las cosas son así y no pueden ser de otra manera. Nuestra iniciativa desafía dicho prejuicio e invita a experimentar una realidad más amplia.

Hemos tratado de utilizar un lenguaje no sexista en la redacción de los textos. Quizás algunas palabras y giros se repitan demasiado. Aún así creemos que merece la pena hacerlo de esta manera porque nuestra forma de expresarnos recrea el mundo en el que vivimos.

De dónde venimos

Tradicionalmente madre y padre eran palabras que tenían diferente significado, como hombre y mujer escapaban del límite de la descripción de los sexos (y no todas las personas cabían en ello). Correspondían también con funciones, destrezas, posiciones y actitudes diferentes.

  • Madre era: protectora, abnegada, paciente, ama de casa, cuidadora, cariñosa, dialogante, generosa, permisiva…
  • Padre era: autoritario, distante, ausente, proveedor, de pocas palabras, dueños de la verdad, la fuerza y la justicia, serio, seco…

Quedaba claro que el mundo externo, el trabajo remunerado y la economía eran del varón: el patrimonio. La vida íntima y familiar, la casa y los hijos e hijas eran el oficio de la mujer, el matrimonio.

Fuente: Educar en Igualdad