¿Qué es una sociedad? Para el negocio propio que quieres instalar requieres una inversión inicial. Para eso, hay una primera opción: tus propios recursos; otra es acceder al financiamiento de una entidad del sistema financiero o, finalmente, asociarte con otra u otras personas. Entonces, deciden optar por esto último.

Conversan, negocian y convienen que los del grupo ya formado pueden trabajar juntos, que el negocio es común; que todos están dispuestos a invertir algo de sus patrimonios personales; que ese grupo, «unión», «asociación», podría ser una persona distinta a la de cada uno de ellos (los «futuros socios»); que tendrá un patrimonio distinto e independiente de los personales de cada uno y que, finalmente, trabajarán para obtener una utilidad, un beneficio que se distribuirá entre todos los socios, a prorrata de la inversión de cada uno; se aprueba el nombre de la empresa, el domicilio y algunos datos más, necesarios para que la sociedad pueda iniciar y desarrollar sus actividades, todo al amparo de la Ley General de Sociedades (LGS).

De pronto, se encuentran hablando de la «sociedad», de «nuestra sociedad» y requieren establecer la «ley interna» de la sociedad, el estatuto social, que regulará la estructura social y la distribución de funciones: la junta general de accionistas, el directorio —si se decide tenerlo— y el gerente general, así como otros apoderados para el normal desarrollo social. Se aportan los bienes ofrecidos, se hacen los trámites notariales y regístrales y se comienza a trabajar ordenadamente.

El mundo de una sociedad es, obviamente guardando las distancias con el ser humano, diferente, pero existe. A su nacimiento jurídico sigue su crecimiento, desarrollo, sus tiempos positivos y negativos, sus cambios estructurales, sus reorganizaciones societarias (fusiones, escisiones y otras) y siempre está regido por la LGS y por su norma interna, el estatuto social; no se queda detenida, se proyecta fuera de su interior, busca tener buena relación con los diferentes grupos de interés que circulan a su alrededor, como sus trabajadores, su gobierno local y sus autoridades, sus entidades del sistema financiero, sus autoridades públicas, etcétera.

Todo ello, dentro de un ámbito de legalidad y formalidad que, en este caso, viene dado por la LGS y, en el caso puntual de cada sociedad, por su estatuto social. Todos estos temas buscan presentar al lector una idea general de los temas que se les pueden presentar, en una o en varias oportunidades de la vida de la sociedad. Veamos, pues, cada uno de los puntos que la van formando.

Fuente: Fondo Editorial PUCP