Los jueces europeos infligieron un gran revés a la Comisión, que había ordenado a Apple reembolsar a Irlanda 13.000 millones de euros en beneficios fiscales considerados indebidos por Bruselas. «Damos la bienvenida a la sentencia del Tribunal Europeo», respondió el Ministerio de Finanzas irlandés.

Los jueces europeos anularon este miércoles la decisión de la Comisión Europea que había convocado en el verano de 2016 a Apple a reembolsar a Irlanda 13.000 millones de euros en beneficios fiscales considerados indebidos por Bruselas. La Comisión y su vicepresidenta, Margrethe Vestager, que sufren así un gran revés, no han logrado demostrar “la existencia de una ventaja económica selectiva”, según la justicia europea.

«Nunca ha habido un trato especial», dice Irlanda.

«Damos la bienvenida a la sentencia del Tribunal Europeo», dijo el Ministerio de Finanzas irlandés en un comunicado, al señalar que «nunca ha habido un trato especial» para Apple, gravada de acuerdo con las normas vigentes en el país. En cuanto a Margrethe Vestager, dijo en un comunicado que «estudiará cuidadosamente la sentencia y pensará en los próximos pasos», sin decir sin embargo si Bruselas apelará la sentencia.

Por lo general, cuando los casos se apelan ante el Tribunal, la decisión final se toma aproximadamente 16 meses después. Así en el caso de Apple, en el año 2021. “La Comisión Europea mantiene su objetivo de que todas las empresas paguen su parte justa de impuestos”, añadió Margrethe Vestager, en su nota de prensa.

Un acuerdo con las autoridades de Dublín

Este juicio tan esperado llega un día antes de otra decisión en un caso igualmente sensible, esta vez relacionado con Facebook y las transferencias de datos personales de Europa al resto del mundo. En el caso de Apple, el asunto se remonta al 30 de agosto de 2016: Margrethe Vestager decidió entonces asestar un golpe a la multinacional.

Según la investigación de la Comisión, Apple había repatriado a Irlanda, entre 2003 y 2014, todos los ingresos obtenidos en Europa (así como en África, Oriente Medio e India) porque la empresa se benefició allí de un trato fiscal favorable, gracias a una acuerdo con las autoridades de Dublín. La Comisión afirmó que el grupo se había librado así de casi todos los impuestos que habría tenido que pagar durante este período, unos 13.000 millones de euros, según sus cálculos.