Si entendemos el derecho como un sistema, es decir, como un organismo compuesto por partes que interactúan entre sí —la visión predominante hoy en día—, tenemos que admitir que la enseñanza del derecho es parte del mismo. A través de la enseñanza se transmite una determinada concepción del derecho y de la relación del derecho con la sociedad, y se traslada a los estudiantes la cultura jurídica global y la que profesan los especialistas y los encargados de operar la gran maquinaria del derecho. A través de la enseñanza se forma a los abogados, jueces y demás agentes del sistema jurídico, no solo en las técnicas que deben desplegar para mantener el sistema en operación, sino también en los valores compartidos en un determinado momento histórico.

Sin embargo, no es fácil encontrar libros sobre la enseñanza del derecho. Durante mucho tiempo se pensó que un buen abogado o un buen juez, por el solo hecho de ser tales, serían buenos profesores de derecho. La experiencia ha demostrado que no es así. De hecho, hay países donde los profesores nunca han ejercido la profesión, sino que organizan sus cursos en torno a precedentes jurisdiccionales y trabajan en clase en la búsqueda de las normas jurídicas que dichos precedentes destilan, esmerándose en distinguir lo principal de lo accesorio, la norma de los hechos. Aun así, esto no es suficiente porque dichos profesores carecen de las herramientas metodológicas que ofrece la moderna pedagogía.

Este libro, probablemente un precursor en el campo, pretende ser útil a todo profesor de derecho. En él se presentan las concepciones sobre el derecho que han imperado en la primera mitad del siglo XX y las que surgieron en la década de 1960, que consolidaron un paradigma de lo que es el derecho y de los roles que cumple en la sociedad. Aun cuando el curso a enseñar sea técnico en demasía —como sería, por ejemplo, un curso de Derecho de Seguros o de Derecho Marítimo—, el profesor debe estar familiarizado con estos desarrollos teóricos, que se presentan entre el capítulo I y el capítulo VII.

En la segunda parte, entre el capítulo VIII y el XV, se abordan, desde el punto de vista del derecho, con ejemplos provenientes del mundo jurídico, muchos de los temas de los que los profesores de derecho saben poco o conocen solo de oídas: el currículo, el perfil de egresado, los procesos cognitivos, el aprendizaje profundo, la enseñanza-aprendizaje propiamente dicha, los métodos de enseñanza, el clima de la clase y los exámenes y demás pruebas.

El libro se convierte así en una lectura indispensable para todo el que se inicia en la enseñanza del derecho. Para los que ya vienen ejerciéndola les brinda la oportunidad de revisar sus concepciones y métodos, ya sea para consolidarlos o para introducir reformas en su trabajo de profesor, siempre bienvenidas en toda disciplina que desea alinearse con los desarrollos más modernos y prometedores.

Fuente: Fondo Editorial PUCP