Un selecto equipo de físicos de la Universidad de Viena y de la Academia de Ciencias de Austria, ha logrado lo inimaginable: generar una teletransportación cuántica con una distancia que, para ese entonces, esto es, para 2013, era récord de 143 kilómetros, lo que parecía imposible hasta hace 7 u 8 años. Este experimento tendrá una enorme influencia en la computación del futuro.

Este experimento ha sido tomado como un enorme paso hacia la comunicación cuántica por medio del uso de satélites

El mencionado equipo de científicos, estuvo encabezado por el reconocido (en Europa, por lo menos) físico austríaco Anton Zeilinger quien logró transmitir, con éxito, estados cuánticos entre las dos Islas Canarias de España, esto es, la Isla de Palma y la de Tenerife, que se encuentran a una distancia de143 kilómetros. El récord anterior, había sido alcanzado por un grupo de investigadores chinos, habiendo realizado una teletransportación de 97 kilómetros.

Sin embargo de todo lo anterior, lo que es verdaderamente importante, dentro del ámbito de la computación, es que le abre paso a la posibilidad de enviar información y mensajes con una seguridad mayor, gracias a la utilización de los efectos de la mecánica cuántica y teniendo en cuenta, además, la ventaja que ciertos cálculos de mayor eficiencia.

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Estamos hablando, nada más ni nada menos, que de la computación del futuro que, con estos avances, hará que los ordenadores de la actualidad sean “piezas de museo o de venta de antigüedades”. Además y como es apenas lógico, internet estará gobernado bajo el mando de estos nuevos procesos cuánticos.

En la computación del futuro, estos procesos serán cruciales como protocolo clave en la transmisión de datos

Estamos hablando de las futuras computadoras cuánticas. Veamos, entonces, una explicación un poco más amplia (pero sencilla) de lo que es la teletransportación cuántica. En un experimento de esta índole, los estados cuánticos, más no la materia, se intercambian entre dos partes sobre distancias que pueden ser, en un principio, arbitrariamente enormes, esto es, al gusto del equipo experimentador.

Dicho intercambio puede ser utilizado, también, para efectos de la transmisión de mensajes o en la operación misma de las computadoras cuánticas del futuro. En el ámbito de estas aplicaciones prácticas, lo fotones que codifican los estados cuánticos deben ser transportados a través de grandes distancias, de una forma que sea confiable y sin que se llegue a comprometer (negativamente) el frágil estado cuántico.

Uno de los científicos involucrados en el experimento al que estamos aludiendo desde un principio, Xiao-song Ma, ha dicho que “la realización de una teletransportación cuántica, sobre distancias de 143 kilómetros, ha sido un gran reto tecnológico”, en vista de que los fotones se enviaron, de forma directa, a través de la atmósfera turbulenta que separa a las dos islas españolas. Agregó, además, que “estamos abriendo horizontes para la computación del futuro”.

De otro lado pero en la misma dirección conceptual, digamos que el uso de la fibra óptica no es adecuada para realizar los experimentos de teletransportación, cuando lo que se desea es cubrir grandes distancias (como sucedió en el experimento en mención), en vista de que la pérdida de señal puede ser bastante significativa.

La implementación de innovaciones técnicas, llevadas a cabo en este experimento que nos conducirá a la computación del futuro

Dichas innovaciones se pudieron poner en marcha, gracias a la ineludible colaboración de un grupo de físicos teóricos del reconocido “Instituto Max Planck” de Alemania y, también, de la Universidad de Waterloo en Canadá. El ya mencionado profesor Xiao-song Ma, comentó a este respecto que “para poder tener éxito en este experimento, utilizamos un método conocido como ‘alimentación activa hacia adelante’, el cual empleamos por primera vez en un experimento de larga distancia como este”.

Para ser más explícitos, digamos que en un protocolo de alimentación activa hacia adelante, la información convencional se envía a la par de la información cuántica, de tal modo que se permite al receptor descifrar la señal que está siendo transferida, con alta eficacia.

Este experimento ha demostrado lo madura que está la tecnología cuántica, en la actualidad y, también, lo útil que puede llegar a ser para efectos de aplicaciones prácticas, como es el caso de la computación del futuro, que será diametralmente opuesta a lo que es hoy.